Balcón Político: El Desgobierno en APAN

Por Carlos Camacho

Dejó su encargo como secretaria de Salud para irse a gobernar su municipio (Apan) y llegó cobijada por el amplio manto del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena) y con la idea de fortalecer la Cuarta Transformación del país y su terruño, pero en el tiempo que lleva gobernando ha generado más conflictos que soluciones a las demandas ciudadanas.

Se trata de la doctora María Zoraida Robles Barrera, quien enfrenta una serie de retos por resolver, a los que no atina cómo enfrentar y, por el contrario, genera el desencanto ciudadano y de paso daña la imagen del partido que la llevó al poder en el territorio que hoy gobierna.

El diagnóstico indica que la alcaldesa enfrenta conflictos con diferentes grupos sociales y hasta con algunos liderazgos de Morena, sin dejar de lado sus disputas con los partidos de oposición.

Hay algunos de sus colaboradores que son rechazados por la ciudadanía por su falta de conocimiento de las áreas que les toca atender y por su falta de compromiso con la sociedad a la que se deben. Además de que algunos tienen acusaciones por presuntos actos de corrupción.

La alcaldesa ha tensado su relación con los integrantes de la asamblea municipal, particularmente con la oposición con quienes se muestra autoritaria y sin sensibilidad política para alcanzar los acuerdos que beneficien a sus gobernados.

Ha convertido en su principal adversaria a la regidora del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), ex diputada local del Partido Revolucionario Institucional (PRI), Gloria Hernández Madrid.

Su falta de tacto para abordar los temas más sentidos de la ciudadanía ha provocado manifestaciones en su contra del Movimiento Antorchista; hay preocupación de la gente por el incremento de la delincuencia que se refleja en el aumento de robo de comercios, a casas habitación, de vehículos.

Hasta los ciclistas peregrinos que regularmente recibían apoyo de la presidencia, esta vez fueron desdeñados por la alcaldesa. Los sonideros aglutinados en la organización GLOSA, que contaban anteriormente con el apoyo de las autoridades municipales para celebrar su aniversario, en noviembre pasado pidieron y no les fue prestado el auditorio municipal, lo que generó el descontento de ese segmento de la sociedad.

Los trabajadores sindicalizados también han sentido la mano dura de la alcaldesa, quien desestimó su pliego de peticiones; hay descontento entre los policías por falta de los recursos para desempeñar sus labores; los adultos mayores se suman a los grupos inconformes. Además del despido injustificado de empelados de la anterior administración.

La determinación de aumentar un 30 por ciento en el cobro por el suministro de agua potable, también es otro punto en contra de la presidenta.

Para atender las necesidades de los habitantes de Apan, la alcaldesa decidió contratar a personas de otros municipios, que desconocen el territorio, los problemas, la política y hasta los usos y costumbres del municipio, lo que ha generado descontento en la población.

En resumen, la ciudadanía se queja de la prepotencia con que es tratada por los funcionarios del gobierno local, la mala atención y la falta de resultados a sus crecientes demandas.

Los lugareños consideran a Zoraida Robles como una presidenta que no cumple, que se burla de sus interlocutores, por momentos se muestra serena y de pronto explota imponiendo su autoridad, con o sin razón y los ciudadanos recriminan su incapacidad para resolver los problemas que aquejan a su municipio y critican que la alcaldesa prefiere acudir a eventos en otros municipios que atender al suyo.

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