Balcón Político: Un poco de empatía con los afectados por las lluvias

Por Carlos Camacho

Es lo menos que piden quienes han perdido sus enseres, han perdido su automóvil o quienes han perdido a un familiar, como ocurrió en Zempoala, donde se rescató el cuerpo de un adolescente arrastrado por la corriente de un río en el municipio de Zempoala.

Las autoridades han reaccionado, sí, pero no con la solidaridad que suplica aquella familia que de la noche a la mañana perdió sus enseres domésticos, sufrió daños severos en sus viviendas.

Los gobiernos del pasado, como recordó un ex funcionario de primero nivel, en este tipo de situaciones acudían de inmediato no sólo a verificar los daños, sino a actuar en consecuencia y de manera inmediata, a llevar una palabra de aliento, de esperanza a aquellas personas que esperan que sus gobernantes sean empáticos y sensibles, algo de lo que adolecen precisamente quienes hoy culpan de todos nuestros males a los gobiernos del pasado.

El gobernador Julio Menchaca Salazar ha tenido que salir, de nueva cuenta, a supervisar de manera personal los daños y afectaciones en vialidades, viviendas y negocios, para ordenar las tareas necesarias que se requieren en estos tiempos de desesperanza y dolor.

Ha anunciado que solicitará del gobierno federal, que esos municipios afectados por las intensas lluvias recientes, sean declarados como zona de emergencia, de modo que cuenten con recursos extraordinarios para atender a las familias perjudicadas por las crecientes en los ríos y las inundaciones.

Persiste la idea en los gobiernos de que las obras que no se ven no dan votos y en consecuencia no es una “buena inversión” hacer drenajes, redes de agua potable, cuando son la base de una colonia, de un fraccionamiento y eso evitará que en tiempos de lluvia las afectaciones sean mayúsculas.

Tenemos, por ejemplo, una red de agua potable que tiene más de seis décadas de vieja y se reemplaza de manera paulatina; las redes de drenaje corren la misma suerte y si a eso le agregamos que personas irresponsables usan esos drenes como basureros, entenderemos las consecuencias que hoy padecen, sobre todo, las familias del sur de Pachuca o Mineral de la Reforma.

Se requerirán de grandes inversiones y una visión de largo aliento, para atender y resolver este tipo de situaciones que eviten daños repetitivos cada que las lluvias se presentan con la fuerza de los últimos días, sólo falta la buena voluntad de nuestros gobernantes.

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