Balcón Político: Cruz Azul, una historia sin fin | Carlos Camacho
- liliana820
- 6 sept 2022
- 2 Min. de lectura
A empellones y abriéndose paso con dificultad, un reducido grupo de trabajadores de la empresa fabricante de cemento Cruz Azul (planta Hidalgo) logró llegar hasta el gobernador Julio Menchaca Salazar, recién rindió protesta como tal, para pedir su intervención y poner fin a un conflicto entre dos grupos que se disputan el control de la Cooperativa que en conjunto produce 30 mil toneladas de cemento al día y tiene ingresos por 500 millones de pesos mensuales.
Todos debidamente uniformados, con el emblema de la cooperativa y con banderines de la cementera, llegaron hasta el que fue declarado recinto oficial para la ceremonia de toma de protesta del nuevo gobernador de Hidalgo y como pudieron llegaron hasta el ejecutivo, quien les ofreció una reunión para analizar el conflicto que el pasado 217 de abril provocó un enfrentamiento entre los dos grupos antagónicos y un saldo de 8 muertos, 11 lesionados y 9 detenidos.
Como parte del conflicto surgido desde hace ya más de un lustro, a finales del mes pasado, Alberto López Morales, renunció a la presidencia del Consejo de Vigilancia y exigía rendición de cuentas a Federico Sarabia, presidente del Consejo de Administración y a Ramsés Dolores, gerente de la planta ubicada en Ciudad Cooperativa Cruz Azul (antes Jasso, Hidalgo).
Y, lo más reciente es el video enviado desde prisión por Joel Vázquez Dolores, socio de la Cruz Azul y ex colaborador de Guillermo “Billy” -Alvarez (hoy, prófugo de la justicia), quien asegura haber sido engañado y utilizado para cometer diversos delitos.
“Cuando fui detenido el 8 de junio del 2020, tenía la confianza y la seguridad de quedar en libertad al día siguiente, ya que mis actos serían reconocidos por la autoridad dentro del marco de la legalidad.
Lamentablemente, cuando se me vincula a proceso, entendí que fui engañado por el presidente del Consejo (Federico Sarabia) para cometer diversos actos que hoy se tipifican como delitos que ameritan cárcel”, dice en su mensaje.
Hoy, la planta no cuenta con servicio de energía eléctrica, que le suspendió la Comisión Federal de Electricidad (CFE) por adeudos que rondan los 30 millones de pesos y, según denuncias de algunos de los mil 100 socios, antes de quedarse sin el fluido eléctrica, se producía cemento que se vendía sin facturar, lo que ellos mismos calificaron como “huachicol cementero”.
La planta Hidalgo, produce en condiciones normales alrededor de siete mil toneladas que se suman a otras 23 mil de las plantas restantes, para un total de 30 mil toneladas diarias, que hoy están en riesgo por el control de la cooperativa, que se disputan dos grupos antagónicos y no encuentran punto de solución ni de mediación.









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