Balcón Político: El polémico caso del Tuzobús

Carlos Camacho

La Secretaría de Movilidad y Transporte (SEMOT) inició un proceso para entregar a la empresa LUSA el Sistema de Transporte Masivo de Hidalgo (SITMAH), mejor conocido como Tuzobús, que hasta ayer operaba el empresario Oscar Monzalvo, quien terminaría ese compromiso el próximo 5 de diciembre.

El operador de esta maniobra es Humberto Cabrera, director del SITMAH, quien construyó una narrativa basada en la lucha contra la corrupción, para convencer a la titular del área, Lizbeth Robles Gutiérrez, para anunciar ayer de manera sorpresiva la intervención de un sistema de transporte ya intervenido con antelación por el mismo gobierno.

A través de un video, Humberto Cabrera, dijo que el gobierno decidió intervenir el Tuzobús, debido a que se encontraron diversas anomalías, como la insuficiencia de conductores, flotilla vehicular incompleta, violación a los límites de velocidad, lo que ha ocasionado que este año se hayan registrado 154 accidentes, que superan en 40% a los ocurridos el año pasado, lo que pone en riesgo la integridad de los 70 mil usuarios de este medio de transporte.

De todo esto responsabiliza a la empresa que se ha hecho cargo del SITMAH, Líneas Urbanas y Suburbanas de Pachuca S.A. de C.V., que curiosamente, concluye su responsabilidad el próximo 5 de diciembre, como se acordó entre el gobierno anterior y el que recién inició, durante el proceso de entrega-recepción.

La titular de la SEMOT, Lizbeth Robles Gutiérrez, se sumó a la condena y dijo que en aras de la transformación del transporte público, se dio el primer paso y que las anomalías detectadas atentaban contra el bienestar de los hidalguenses.

Agregó que los derechos laborales de quienes trabajan en el Tuzobús, que hasta ahora son responsabilidad de la empresa Líneas Urbanas y Suburbanas de Pachuca, serán absorbidos por el gobierno estatal. Se trata de unos 300 trabajadores que demandarán su derecho a la seguridad social y derechos laborales.

Lo que se sabe de manera extraoficial, es que Humberto Cabrera trabajó un tiempo para la empresa de transporte público foráneo (LUSA), del empresario toluqueño Javier Ancona, a quien en días próximos se le asignaría el contrato para operar el Tuzobús.

Se presume un conflicto de interés de Humberto Cabrera, pues estaría maniobrando para entregar el sistema de transporte Tuzobús a su ex jefe y para ello construyó una teoría de corrupción, para cargarle la responsabilidad a Oscar Monzalvo, representante de la empresa que hasta ayer todavía operaba el Tuzobús.