Balcón Político: La percepción de complicidades
- liliana820
- 2 jul
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Por Carlos Camacho
En el imaginario colectivo existe la certeza, no comprobada, de que aquellas personas que se dedican al robo de hidrocarburo para su venta ilegal, cuentan con la protección de autoridades en los tres niveles del gobierno, de ahí el creciente “negocio” a pesar de los golpes espectaculares dados recientemente por las autoridades encargadas de combatir el “huachicol” en el país.
Apenas el domingo pasado, en una inusual conferencia de prensa, las autoridades federales, encabezadas por el secretario de Seguridad y Protección Ciudadana, Omar García Harfuch, anunció la ejecución de un “golpe contundente contra una de las redes de robo de hidrocarburo”, con la captura de 32 personas que formaban parte de una banda criminal que operaba en los estados de México, Hidalgo, Querétaro, Coahuila, Tamaulipas y la Ciudad de México (CDMX), mediante cuatro operativos en Tlalpan, Ixtlahuaca, Querétaro y Saltillo, derivado de una investigación que duró seis meses.
Apenas dos días antes, las autoridades locales, reportaron el resultado de cuatro cateos en inmuebles del municipio de Atotonilco de Tula, que derivaron en el aseguramiento de cinco autotanques, cuatro remolques-cisterna, 557 dosis de yerba verde, 43 de droga sintética, cuatro tractocamiones acoplados a pipas, cinco automóviles y una camioneta. Además de la recuperación de 183 mil litros de hidrocarburo.
Y fue precisamente a raíz del golpe dado al huachicoleo, anunciado por García Harfuch y el hecho de que una banda de delincuentes, operaba en Hidalgo, entre otros estados, que el gobernador Julio Menchaca, el gobernador secundó la opinión de García Harfuch respecto de la posibilidad de que los criminales cuenten con apoyo de autoridades en los tres niveles del gobierno, federal, estatal y municipal.
Las leyendas urbanas son infinitas y muchas apuntan a la colisión de autoridades en Hidalgo, que protegen o son omisas con la actuación de los huachicoleros, que le han dado a Hidalgo el nada honroso primer lugar en robo de hidrocarburos en el país.
Con Cuautepec de Hinojosa, como el municipio insignia, aunque los datos más recientes hablan de una baja en el robo de ductos de Petróleos Mexicanos (Pemex), que bajaron del primero al cuarto lugar en denuncias y “piquetes” a las redes de conducción de los combustibles.
Sin embargo, cómo podría explicarse que, durante mucho tiempo, nadie notó que, en la comunidad de Conejos, municipio de Atotonilco de Tula, se había construido un túnel que conectaba a las redes de combustible, hasta que en abril se encontró el sitio donde fueron asegurados cuatro autotanques y se recuperaron 171 mil litros de gasolinas.
Otra leyenda urbana cuenta que una ex alcaldesa de un municipio en el Valle de Tulancingo, fue “convencida” por los huachicoleros de dejarlos operar, a cambio de construirle su propia estación de despacho, que, obviamente, sería abastecida por los propios delincuentes.
O el otro caso de un líder huachicolero, ya fallecido, que dominaba en el Valle del Mezquital, con la complacencia de las autoridades estatales en los tiempos del PRI como gobierno.
Por eso vale la pena no echar en saco roto, la sugerencia del gobernador Julio Menchaca de investigar posibles nexos de autoridades con los delincuentes, para actuar en consecuencia y de ese modo reducir el robo de hidrocarburo que a los ladrones les deja pingües ganancias, pero provoca serios boquetes a los recursos del gobierno federal, de Pemex y de los mexicanos todos.
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