Balcón Político: Medidas desesperadas para llamar a las lluvias
- liliana820
- 12 jun 2024
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Por Carlos Camacho
La escasez de agua para consumo humano, ha llevado a los habitantes de la huasteca hidalguense a acciones impensables, como el hecho de que los niños organicen rituales para “llamar a las lluvias”, como se aprecia en la imagen publicada en la contraportada del diario La Jornada, en su edición de ayer.
Pero también la desesperación ha orillado a los productores agrícolas del Valle del Mezquital, a cerrar carreteras al paso vehicular y tomar oficinas públicas, para exigir la distribución de aguas residuales para el riego de sus cultivos.
Las autoridades municipales de Huejutla, corazón de la huasteca hidalguense, han pedido declarar ese municipio en “emergencia”, pues los ríos que abastecen a la población, están en sus niveles más bajos y la falta de agua afecta ya al 80 por ciento de las 132 localidades que abastece el organismo operador del sistema de distribución de agua potable.
Peor aún, se ha dicho que el municipio sólo cuenta con agua para los siguientes seis días.
En los límites de Hidalgo con Veracruz, los campesinos han pedido a los vecinos de Tempoal, que reduzcan el riego de los cultivos de caña de azúcar, porque eso les afecta en la recepción de agua para su consumo.
Los vecinos de Atlapexco, que habitan cerca del río del mismo nombre, se dieron a la tarea de limpiar el cauce de basura y maleza, para limpiarlo y poder utilizar el agua para consumo humano.
Si la falta de agua para consumo humano ha provocado acciones impensadas, la escasez del líquido para el riego de los campos de alfalfa y otros productos en el Valle del Mezquital, ha llevado a los labriegos a tomar las oficinas de la Comisión Nacional del Agua (Conagua) para exigir la regularización en el reparto del líquido.
Han acusado también actos de corrupción de los encargados de los distritos de riego en Ajacuba, Actopan y Francisco I. Madero, cuyo control ejercen desde hace años dos personajes, quienes han convertido la distribución del agua en un negocio altamente rentable, por el cobro en el riego de cada hectárea.
Han advertido que de continuar esta situación perderán sus cosechas y los problemas se agravarán para miles de campesinos del Valle del Mezquital, que sobreviven gracias a las aguas negras que llegan del Valle de México y la Ciudad de México, y que “dan vida” a lo que antes fueron tierras desérticas e inútiles.









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